Nosferatu, la legendaria historia que marcó un antes y un después en el cine y en la cultura popular, vuelve a la pantalla bajo la dirección de Robert Eggers. Este talentoso cineasta, conocido por su meticuloso trabajo en The Witch y The Lighthouse, ofrece una reinterpretación cautivadora que combina el horror clásico con una narrativa profundamente humana y romántica.
Un Romance Gótico que Resalta la Humanidad del Vampiro
En esta nueva versión, Eggers se centra en la relación entre Ellen (Lily-Rose Depp) y Thomas (Nicholas Hoult). A diferencia de las adaptaciones anteriores, que enfatizaban el terror y la monstruosidad del vampiro, Eggers nos muestra la humanidad detrás del mito. La película no solo honra el legado de las versiones anteriores, como la obra maestra muda de 1922 dirigida por F.W. Murnau y la adaptación de Werner Herzog en 1979, sino que también aporta una nueva perspectiva al personaje icónico de Nosferatu, dándole una profundidad emocional que resuena con las audiencias contemporáneas.
Actuaciones que Hipnotizan
Nicholas Hoult brilla en su papel como Thomas Hutter, entregando una actuación espectacular que captura las complejidades y matices del personaje. Hoult logra transmitir tanto la vulnerabilidad como la determinación de Thomas, ofreciendo una interpretación que complementa perfectamente la atmósfera gótica y romántica de la película.
Por su parte, Lily-Rose Depp encarna a Ellen con una elegancia melancólica que se siente a la vez atemporal y profundamente conmovedora. Bill Skarsgård aporta una presencia inquietante y magnética como Nosferatu, mientras que Aaron Taylor-Johnson como Friedrich Harding y Emma Corrin como Anna Harding completan el elenco principal. Taylor-Johnson ofrece una actuación impecable que explora la fragilidad de la masculinidad, añadiendo un nuevo nivel de profundidad emocional a la historia. El legendario Willem Dafoe interpreta al Prof. Albin Eberhart Von Franz, un filósofo suizo experto en ocultismo que desentraña el vínculo psíquico entre Orlok y Ellen, con una actuación poderosa y llena de determinación.
Lugares que Cuentan una Historia y Actuaciones que Hipnotizan
El filme fue rodado en escenarios cuidadosamente seleccionados que incluyen Barrandov Studios en Praga, donde se construyeron cinco calles completas para recrear Wisborg, la ciudad ficticia. Estas calles tomaron inspiración de lugares reales en Alemania y Rumanía. Además, se filmó en locaciones icónicas como el castillo de Rožmitál pod T?emšínem, el castillo de Pernštejn y el complejo barroco Invalidovna en Praga, registrado como monumento nacional. Algunas tomas exteriores se capturaron en el castillo de Corvin en Rumanía. La cinematografía, a cargo de Jarin Blaschke, utiliza el color para evocar el romanticismo del siglo XIX.
Para interpretar al Conde Orlok, Bill Skarsgård perdió una cantidad significativa de peso y trabajó con la cantante de ópera islandesa Ásgerður Júníusdóttir para bajar su registro vocal. Además, pasó hasta seis horas diarias aplicándose maquillaje protésico. Sobre su experiencia, Skarsgård comentó: “Fue como invocar el mal puro. Me tomó un tiempo deshacerme del demonio que había conjurado dentro de mí”. Por otro lado, Hoult expresó haber sentido “miedo real” cuando los lobos en el set tuvieron que ser restringidos antes de las escenas de persecución.
La producción también utilizó varios objetos hechos a medida. Entre los más destacados, Robert Eggers regaló a Lily-Rose Depp el relicario de Ellen, mientras que Nicholas Hoult conservó y enmarcó una pieza única del vestuario de Orlok: una réplica del pene falso utilizado por Skarsgård en la película.
Un Ícono que Trascendió al Cine
Además de ser un homenaje al cine clásico, Nosferatu sigue siendo relevante en la cultura popular. Curiosamente, una generación más joven ha conocido al vampiro a través del episodio de SpongeBob SquarePants en el que Nosferatu aparece en un divertido homenaje. Los actores han mencionado en entrevistas que esta referencia les parece entrañable, reconociendo cómo este pequeño guiño ha mantenido viva la leyenda del personaje para nuevas audiencias.
La importancia de Nosferatu en el cine no puede subestimarse. Desde sus orígenes como una adaptación no autorizada de Drácula de Bram Stoker, la historia ha trascendido sus raíces, convirtiéndose en un ícono del expresionismo alemán y del género de terror. Con esta nueva versión, Robert Eggers reafirma su lugar como un maestro del cine contemporáneo, entregando una obra que no solo es visualmente impresionante, sino también emocionalmente resonante. Nosferatu de Eggers es más que una película; es una experiencia que combina lo romántico, lo gótico y lo atemporal en una obra maestra cinematográfica que celebra el legado de uno de los personajes más icónicos de la historia del cine.